Salvador Bellver. Aedron

En España el sector de los RPA’s espera con impaciencia la aprobación definitiva de una normativa que clarifique de una vez por todas el uso de los drones. En la actualidad se rige por la ley 18/2014, una regulación temporal que el sector dron considera demasiado restrictiva.
Algunas informaciones procedentes de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea apuntan a modificaciones en la norma actual y que podrían permitir, entre otras cosas, vuelos de drones de menos de 10 kg. sobre zonas urbanas con limitaciones de altura (120 m), distancia máxima del piloto (100m), zona de seguridad a edificios (150m ) y a personas ( 50 m).

Drones Post habla con Salvador Bellver, Presidente de Aedron, la Asociación Española de Drones.

¿ Qué le parecen las informaciones que se han filtrado sobre la futura normativa de drones en España?

Es una primera aproximación pero hay que afinar muchas cosas. La administración debería contar con asesoramiento más profundo y la colaboración de las asociaciones del sector, ya que legislar sobre drones requiere una aproximación más específica. Lo que sabemos de la ley va en el sentido correcto pero se tiene que hacer una normativa más ajustada a la realidad y legislar de forma más ágil porque es un sector que evoluciona muy rápido.

¿ La actual no lo está o simplemente está ya obsoleta ?

No se puede tardar un año para aprobar una ley sobre RPAs (vehículos aéreos no tripulados ) porque así es imposible que la ley se adapte a la realidad de un sector que cambia día a día y evoluciona a gran velocidad.

¿ Cómo vive el sector dron en España este periodo de espera hasta su regulación definitiva?

El sector evoluciona muy rápido. La falta de una ley clara y la lentitud en su desarrollo definitivo propician el intrusismo porque quienes quieren ceñirse a la ley tienen que rechazar propuestas de trabajos. Tienen que decir que “no” a levantar su dron porque saben al 100×100 que no se les dará autorización. La otra cara de la moneda la conforman quiénes se aprovechan de la situación y de la desinformación para saltarse la ley.

¿ Lo peor es la desinformación y la incertidumbre?

Por supuesto! Hay muchos profesionales en España que están esperando una ley con criterios claros para empezar a trabajar y desarrollar proyectos. El principal defecto es la falta de celeridad en legislar y la inexistencia de criterios homogéneos. Sigue siendo una incógnita cómo se van a otorgar los permisos y con qué criterios se autorizarán los vuelos.